Entrevista : Héctor Maestre Deltell  30

Septie.
 2011

  • Nombre:  
              Héctor Maestre Deltell (Arquitecto)
  • Dirección:    
              c/Juan de la Cierva 7, 1ºG  
                 03600 Elda (Alicante)
  • Email:                           
               hectorizate@hotmail.com
       Nacido en Elda, un municipio obrero dedicado mayoritariamente a la industria del calzado al interior de la provincia de Alicante, desde muy pequeño ya manifestaba mi predilección por la arquitectura. Ingresé con honores en la Universidad de Alicante mediante el premio al reconocimiento académico. Desde entonces fui forjando de forma autodidacta una metodología propia acerca del modo de proyectar, basándome en: la crítica, la investigación, la energía y las nuevas tecnologías; desarrollando un sentido de la responsabilidad y sensibilizado con el medio ambiente y las problemáticas sociales. Alcanzando el mayor exponente y representante de mi esfuerzo, en el Proyecto Fin de Carrera. Soy una persona inquieta intelectualmente, me gusta mucho aprender de todo tipo de ámbitos, de todo tipo de gente y en diversas condiciones, así como trabajar tanto de forma colectiva como de manera individual. También soy detallista y muy ambicioso.


           PREGUNTAS
¿Cómo definirías la arquitectura que haces? ¿y a ti como arquitecto?
  • Prefiero no encasillar la arquitectura que realizo dentro de una palabra, porque influye tendenciosamente a percibir de un modo u otro, dicha arquitectura. Más que la propia arquitectura, creo que es mucho más relevante el proceso de trabajo y reflexión que ha conducido a ella, y éstos sí pueden definirse de forma muy concreta: metódico, consecuente, responsable y persistente. La arquitectura, al final, siempre es el cúmulo de mucho trabajo, decisiones, intereses y derivaciones. Como arquitecto, aún es temprano, sólo trato de hacer mi trabajo lo mejor que puedo, y trato de aportar siempre alguna solución poco convencional a los retos que se me plantean. Del mismo modo, también intento que el ambiente de trabajo (especialmente en grupo) sea lo más confortable y productivo posible.
¿Cuál es el proceso de trabajo a la hora de enfrentarte a un encargo?
  • A la hora de comenzar a trabajar con un encargo, lo primero que hago siempre es: escuchar, observar e investigar con especial atención; bien por parte expresa del cliente y sus objetivos, o bien por los factores de impulso claves del contexto. Es quizá la parte más intensa del proyecto, porque precisamente ese es su punto más débil. Junto a ello, el mismo proyecto vuelca datos sobre el escenario de trabajo, permitiendo comenzar a formular directrices y acciones de mayor rigor y precisión. No obstante, un vuelco exhaustivo de datos tampoco garantiza la idoneidad del proyecto; se deben entender éstos con cierto tacto y sensibilidad según el propio contexto en el que se desenvuelve.
¿Qué es lo que más destacas a la hora de proyectar?
  • Especialmente mantener la mente abierta; ser receptivo y flexible con los cambios. Un proyecto puede tener ideas preconcebidas u objetivos fuertes y marcados, pero generalizadamente acostumbran a evolucionar desde su origen hasta su formalización acabada en obra. Y el responsable principal de ello es el contexto, en todas sus variantes: física, económica, temporal, política, social, cultural, medioambiental, etc. Es muy importante saber apreciar la valoración de perspectivas que evalúen el trabajo desde fuera.
¿Funcionalidad y el Diseño están reñidos?
  • Ni si, ni no, ni todo lo contrario. La funcionalidad es una herramienta excesivamente potente que puede coartar la reconstrucción de sorprendentes espacios arquitectónicos, pero del mismo modo, el diseño puede ser un despropósito mayor si no sabemos encontrar puntos de acuerdo entre ambas herramientas. Generalmente cuando un proyecto alcanza un equilibrio coherente con su contexto, el límite entre funcionalidad y diseño se disuelve. No sabrías definir hasta qué punto cierta arquitectura es producto del rigor funcional o del diseño ostentoso, y en este sentido, la naturaleza nos muestra toda una variopinta panacea de ejemplos. No existe un único diseño óptimo para una función determinada, del mismo modo que no todas las especies de aves tienen el mismo tipo de alas, y vuelan.
¿Cuál es el espacio interior que más destacas? ¿y exterior?
  • Hay una reflexión que me parece bastante interesante, y es que, los muros de una casa no son para mantener a los ladrones fuera, sino para mantener al inquilino aislado dentro. Y es un concepto creciente en la actual situación económica. Queremos poner fronteras para proteger nuestras pertenencias porque tenemos miedo de que “otros” nos invadan, nos arrebaten lo más preciado. La cultura del miedo. Cada vez con más frecuencia, las plazas de vallan, el espacio público se reduce a urbanizaciones exclusivas y las calles son sólo lugares de paso entre estos espacios. Todo son fronteras. Yo destaco más la interconexión entre todos ellos. Espacio íntimo y “seguro” sí, pero no al precio de restringir toda vida y actividad pública. Hay espacios interiores muy sugerentes, todo depende de cuán apto sea para con el programa estimado, así como espacios exteriores volcados a paisajes contemplativos, pero hoy por hoy, prefiero hablar del porche que del salón, por decirlo de algún modo.
¿Qué valoras de la arquitectura?
  • Valoro mucho la versatilidad de la arquitectura y su capacidad de interactuar con la sociedad. La posibilidad de analizar, diagnosticar problemas, investigar, criticar, coordinar y proponer soluciones en entornos de trabajo multidisciplinares. Anticiparse a un futuro aún no construido que debes prever, proyectar y gestionar, e incluso hacer evolucionar, a partir de las nuevas experiencias y conocimientos que se van adquiriendo y que siempre van en progresión. Poder sintetizar una amalgama grandísima de datos y situaciones que convergen en un proyecto arquitectónico que, con mayor o menor certeza en las decisiones, acaba formando parte de las vidas de un colectivo y huella innegable de una ciudad.
¿Qué valores ofrece el arquitecto a un cliente?
  • Rigor, creatividad, eficacia y consciencia. Son valores que en determinadas ocasiones un arquitecto puede ofrecer al cliente. Porque efectivamente cuando el cliente manifiesta sus inquietudes, es oficio y responsabilidad del arquitecto justificarle la pertinencia de la solución propuesta. Demostrando el rigor en los datos que definen el proyecto, la creatividad como herramienta para la innovación, la eficacia ante la resolución de cuestiones adversas, y la consciencia, sobre el trabajo y el impacto de sus ideas en el proyecto y su entorno.
En tu opinión ¿Qué pueden aportar arquitectos jóvenes?
  • Los arquitectos jóvenes pueden aportar sobretodo nuevos puntos de vista, más creativos y concomitantes con las nuevas tecnologías, así como nuevas inquietudes intelectuales. En las propias universidades se observa ese aspecto, crítico con las formas de entender la arquitectura. Ese interés en que cada alumno cobre consciencia de la época en la que se encuentra, valore lo acontecido en épocas pasadas, y manifieste su voluntad de ejercer, bien de una forma más tradicional, o buscando alternativas que puedan suponer un cambio, una revolución, o simplemente, una llamada de atención.
¿Qué dificultades encuentras para llegar a clientes?
  • Bueno, en los inicios siempre todo es complicado. Se necesitan contactos, clientes que tengan cierta predisposición a tu trabajo, publicidad, inversiones iniciales y un largo etcétera. Debes demostrar que eres suficientemente distinto al resto para ir destacando. Sin embargo, con el panorama actual, ni siquiera esto último es una garantía. Es curioso que en España, con la cualificación técnica con la que salen preparados los arquitectos, no sea obligatorio por ley (como sucede en muchos otros países o en muchas otras profesiones), que los estudiantes cumplan un periodo de prácticas en empresa mínimo para ejercer con total responsabilidad sus competencias.
¿En qué ciudad española te gustaría trabajar? ¿y fuera de España?
  • Bueno, más que una ciudad concreta es una estrategia. Madrid es el centro neurálgico por ser la capital y mueve un volumen de negocios, contactos e intereses muy elevado. Situándose en prácticamente el centro geográfico de la península es una posición equidistante con cualquier posible contacto en España. Y Barcelona se ubica muy bien gracias a su cercanía con la frontera a otros países europeos que abre otras puertas, así como el volumen de turistas y ferias. En cuanto al extranjero, se buscan ciudades dinámicas, no dependientes de un único modelo productivo, en países donde la apuesta por I+D+i esté más consolidada, de modo que no sólo se pueda contribuir con arquitectura sino con verdaderos desarrollos con otra serie de empresas.
¿Qué opinión crées que tiene la gente de la calle del arquitecto?
  • Bueno, para gustos, colores. Cierto es que hay mucha desinformación respecto a las competencias del arquitecto por parte de la sociedad. Se tiene en muy buena consideración la titulación de Arquitecto, pero choca con la idea preconcebida de ser un individuo que dibuja un par de planos de un edificio, firma y cobra desorbitadamente. Nada más lejos de la realidad. Además, últimamente se está banalizando el nombre del cargo en demasía. Todos hemos oído ya repetidamente en medios de comunicación: “el arquitecto de la alta costura”, “el arquitecto de la cocina”, “arquitecto de programación”, “arquitectura de pestañas”,… Sobran las palabras.
¿Crées que existe suficiente crítica en la arquitectura?
  • No. Y mucho menos, la autocrítica, a cuál de ellas más importante. Adquirimos un concepto de crítica como algo peyorativo, una descalificación. Cuando sin embargo, la crítica constructiva, resulta ser una herramienta de trabajo altamente efectiva. Un mecanismo de diálogo y proyecto que manifiesta claramente los problemas de partida y se compromete a dar soluciones responsables. En la actualidad, la crítica parece reducirse exclusivamente a manifestar la oposición a ciertas obras, movimientos o personas. Creo que es un discurso totalmente equivocado e interesado.
¿Qué libro de arquitectura recomendarías? ¿Qué libro que no sea de arquitectura recomendarías?
  • Todos. Soy un apasionado de los libros. Creo que es uno de los pocos verdaderos regalos de la humanidad. Hay libros que es posible que no me hayan interesado mucho, o hayan resultado demasiado explícitos, pero siempre aportan cosas nuevas, incluso inconscientemente. En cuanto a libros de arquitectura podría recomendar: “Ciudades para un pequeño planeta” de Richard Rogers, “Delirious New York” de Rem Koolhaas, o “El elogio de la sombra” de Junichiro Tanizaki (muy distintos entre ellos). Al margen de éstos: “La sombra del viento” de Carlos Ruíz Zafón, “Los pilares de la Tierra” de Ken Follet, o “Déjame que te cuente” de Jorge Bucay.
¿Qué país visitarías? ¿Por qué?
  • A mayor cantidad de sitios a visitar, mayores experiencias y más cantidad de reflexiones, pero sin duda, Noruega, Canadá, China o Japón. Con éstos últimos no tiene nada que ver la actual predilección de las revistas de interiorismo por el estilo oriental. Me atrae especialmente su filosofía, su trato y respeto al lugar (en aquellos lugares donde se conserva la tradición y no se ha occidentalizado) y el momento. La forma de percibir una sociedad preocupada más por el bien común que por el individual. Y repito, en las zonas no violadas por el modelo occidental. En cuanto a Canadá y Noruega también está vinculado a esa relación de su cultura con el lugar en el que se encuentran; respetuosa y aplicada.
¿Crées adecuado el actual modelo profesional del arquitecto?
  • Creo que el actual modelo profesional del arquitecto ha quedado obsoleto. Con la cantidad de profesionales que hay ejerciendo, junto a aquellos que se están preparando en las universidades, resulta inviable un modelo estable a largo plazo. Además, sin ser catastrofista, sabemos que en pocas décadas vamos a padecer una cuestionable carencia de recursos y una crisis energética sin precedentes (porque hasta la fecha, pocas medidas se están tomando para evitarlo). La profesión debe ser hábil y diversificarse dentro de todas sus posibilidades, que son muchas. Cada vez más empresas aprecian los beneficios de incorporar a sus departamentos de desarrollo a un arquitecto, y creo que es precisamente ahí, donde el versátil modelo profesional del arquitecto puede encontrar su salida.

           PROYECTOS
 I Concurso PFC Internacional Arqlantia.
           Nombre: Arias de e-Holón, radiografía perversa de una crítica arquitectónica          
           Fecha: Septiembre de 2011                   
           Premio: 3º Premio                   
 Concurso de Vivienda y Promoción Pública organizado por (IVVSA).
           Nombre: En bandeja Colaboradores: Alberto García-Burgos Vijande
           Fecha: Junio de 2009                            Pablo Coquillat Mora
           Premio: No premiado                            Aroha Jiménez Torres
Concurso del Museo de Cerámicas Santa Ana en el barrio de Triana (Sevilla).
           Nombre: La espiral de un destello Colaboradores: Miguel Torrubiano Blanco
           Fecha: Noviembre de 2008                           Xavier Sánchez Roemmele
           Premio: No premiado                            
II Concurso del Taller Cerámico de la Universidad de Alicante.
           Nombre: Gres-BOT: Cerámica bioclimática
           Fecha: 1 de Marzo de 2007
           Premio: Mención Especial
           Colaboradores: José Miguel Ferrández Mas
                                        Alejandro Quesada Gómez
           Jurado:  Francisco J. Mangado Beloqui
                         Joao Álvaro Rocha
                         Eduardo Souto de Moura

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